RENACER
No fui yo ( y aquí estoy atajándome de culpas que no tengo, como siempre), fuiste tú decretando desde el infierno entre tus piernas mi muerte, desde el inicio, desde que mi alma no sé porque masoquismo te eligiera, tan sólo para sufrir.
Será el castigo de otras vidas? Y en este cambio de roles donde desconocemos lo conocido, cruzamos los caminos para decirnos de frente lo pendiente, o curar las heridas abiertas, o sin saber el por qué simplemente odiarnos sin motivo, yo no sé ni siquiera si es cierto eso de que elegimos a donde renacer para poder aprender todo lo pendiente. Y con todas las dudas te digo: “lo siento, por ti, y por mi”.
M.G.M.